D.1. Seguimiento de las repercusiones del proyecto sobre los hábitats
Actualmente se conocen los hábitats presentes en los enclaves y las especies que los caracterizan. Sin embargo, para hacer una evaluación adecuada de los proyectos de restauración es preciso disponer de datos más concretos que se obtendrán con la acción A1.
Este proceso servirá también para plantear correcciones a las medidas y actuaciones propuestas en caso de no producirse los resultados esperados, así como para anticiparse o responder a posibles impactos negativos que puedan presentarse.
Para ello se contará con el apoyo del servicio de guarderío de las autoridades competentes en Natura 2000 que prestarán labores de vigilancia de los enclaves, velando por el buen estado de los medios instalados (cercados, abrevaderos) y gestionando la apertura de los cercados temporales en función de las directrices que se definan. También permitirán detectar, de manera inmediata, cualquier tipo de evento negativo que pudiera producirse: actuación no autorizada, desecación excesiva, cambios en la vegetación, etc.
Este seguimiento se plantea durante la época de floración de las especies, y su análisis será a dos niveles:
- a pequeño detalle, a través de cuadrados permanentes, en los que se realizarán inventarios florísticos y se anotarán parámetros descriptivos (porcentaje de agua libre, profundidad del agua, pH del agua, recubrimiento vegetal, altura de la vegetación, perturbaciones, etc.)
- mediante la comparación de la vegetación cartografiada en polígonos establecidos durante la acción preparatoria A1 (ex ante monitoring). Se realizarán inventarios florísticos para cada uno de los polígonos.
Cada beneficiario elaborará informes anuales para cada uno de sus enclaves a lo largo del plazo de ejecución del proyecto y el beneficiario coordinador, con la colaboración del resto de beneficiarios, elaborará un informe anual de seguimiento conjunto. Se contará con el apoyo de la Comisión Internacional de Asesoramiento.